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Intento de suicidio nº2: el cine

Intento de suicidio nº2: el cine

De pequeña tenía una obsesión con mis hermanos mayores. Me empeñaba y emperraba en hacer todo lo que ellos hacían. Supongo que como todo hijo de vecino.

Cuando más sucedía era los viernes por la noche, cuando ambos, hermana y hermano, se sentaban cómodamente en el sofá a ver películas, ya fueran de terror (solía ser lo más frecuente) o películas que dada mi edad no estaba en disposición de entender.

A esa misma hora, mi madre me torturaba enviandome a la cama, pero había un par de handicaps que dificultaban mi sueño: comprartía habitación con mi hermana, y si ella no estaba, dado mi miedo a la oscuridad, tenía que dormir con la puerta abierta. Con la puerta abierta se escuchaba perfectamente el televisor y como generalmente ese par de sádicos a los que yo llamo hermanos veían películas de miedo, la conclusión siempre era la misma: Me levantaba al cabo de media hora cagadita de miedo, iba al comedor y mi hermana me invitaba a sentarme a su lado, me tapaba con la manta, y hasta en alguna ocasión me dio su walkman para que no pudiera oir nada. Solía quedarme dormida y luego mi hermana me llevaba en brazos a la habitación.

Pero eso fueron los primeros años de la infancia, pubertad, llámadlo como os de la gana.

Llegada la tan temida adolescencia, me dio por querer ser mayor de lo que era. Vamos, como toda adolescente normal. Y empecé a trastear con las “Fotogramas” que poblaban la estantería de mi hermana. Comencé a estar informada a menudo de los estrenos, críticas y demás. En una de estas visitas furtivas a la estantería, di con un argumento que llamó mi antención más que el resto. La película se llamaba “Antes del amanecer”, protagonizada por un tal Ethan Hawke y una francesa, Julie Delpy. Se conocían en un viaje por interrail a traves de Europa, y decidían apearse juntos en Viena y pasar la noche allí hasta el siguiente tren de Céline-Julie Delpy.

Tal fue mi obsesión que recuerdo haber soñado con la película sin haberla visto. Tiempo después, una noche de insomnio, sentada delante del televisor descubrí por casualidad en el Teletexto (debo ser muy joven si a mis 13 años ya existía el Teletexto) que emitían en una media hora esa misma película. Busqué una cinta virgen, no la encontré, seleccioné una de cual ya he olvidado el nombre y puse a grabar.

Aun la guardo, a pesar de que mi VHS murió hace un tiempo. Y 12 años más tarde, sigo considerando esa película como la puerta a mi gusto actual por el cine, como la referencia más clara, sino de mi personalidad, de una parte importante de mi.

El cine, a partir de “Antes del amanecer” se convirtió en mi intento de suicidio nº2. Cada vez que sentía la necesidad de saltar, ponía en marcha el video…y me encontraba menos sola.

1 comentario

Sergio -

Me envejeces si esta es tu puerta al cine... ¿Dónde quedaron los Goonies, Regreso al futuro o Big? Aquellas películas navideñas, malévolamente ingénuas y llenas de matices... Por cierto, el nombre de Céline es un homenaje al escritor, por supuesto, más importante de su generación. Trata de hacerte con la cinematográfica 'Viaje al fin de la noche', que inspiró a toda la saga norteamericana posterior. Besos varios.