Dragan Dabic y la medicina alternativa
Cada persona tiene su momento histórico favorito (aunque quizás no sea el adjetivo apropiado), ese momento que de alguna manera te hubiera gustado (aunque tampoco sería acertado el verbo) vivir. Con los, llámemosles "conflictos bélicos", llamémosles "guerras", sucede lo mismo. Si nos atenemos a la historia contemporánea, yo todavía guardo una redacción del colegio (de tema libre) en la cual me dediqué a divagar sobre el "conflicto" serbobosnio. Quizás más por mi edad en ese momento (de los 9 a los 13 años) en el que comenzaba a recibir más información externa, todavía guardo unas imágenes muy nítidas de bombardeos, saqueos, matanzas, historias sobre vejaciones y todo lo que uno puede escuchar acerca de una guerra. Quizás porque, al haber nacido en el marco del capitalismo, sin problemas excesivos por ningun flanco, la desmembración de Yugoslavia debió ser mi primera toma de contacto con el mundo real.
Esta mañana a eso de las 9:10 me sentaba en la misma cafetería de cada día, abría el periódico, y de nuevo volvía a estar allí.
Al finalizar la guerra en el año 1996, como suele suceder al final de todas las guerras, los perpetradores de todo aquel caos se dieron a la fuga de distintas maneras. Radovan Karadzic, expresidente serbobosnio, responsable de, por citar un "pequeño" ejemplo, el exterminio de 8000 musulmanes en Srebrenica, ha sido capturado después de 11 años de -teoricamente- incansable búsqueda.
Me imagino a los comandos de fuerzas especiales - o quizás espias - enviados durante todo este tiempo para encontrar a los desertores. Entrando sigilosamente en los bosques de Bosnia, siendo la sombra de los familiares día tras día durante 11 años, para finalmente encontrar al bueno de Karadzic...ejerciendo tan anchamente la medicina alternativa en algun lugar perdido de Serbia. Y sin despeinarse oye.
Por lo visto el tipo, que llevaba una vida de lo más normal, al que sus vecinos le consideraban respetable e incluso afable, se hacía llamar Dragan Dabic y dedicaba sus días ejercer medicina alternativa (a saber, homeopatía, osteopatía...etc), así como a prácticas de meditación. Digo yo que debía hacerle falta para conseguir dormir por las noches. A nadie se le había ocurrido que ese hombrecillo tan gentil pudiera ser Karadzic. Esto es como cuando tu vecino de al lado es un asesino y cuando te entrevista la tele dices: pues yo nunca lo hubiera pensado, era muy amable, siempre saludaba en la escalera...
Que brillantez la de Karadzic, que no huyó demasiado lejos, apenas si transformó su fisico excepto por la barba de Papa Noel, y siguió viviendo tan anchamente sin decirle a nadie donde había ido (como rezaba el titulo de aquel libro). Y seguro que estos 11 años la vida le habrá brindado momentos de absoluta calma y felicidad, me lo imagino fumando marihuana en pipa y leyendo libros de Krishnamurti para apaciguar sus instintos asesinos. Este hombre se merece la muerte, o una estancia muy larga en.. por ejemplo cualquier carcel subsahariana, pero eso si, es un genio del escapismo, un ídolo para la juventud. Salvo en un pequeño detalle: le han pillado.
Ahora habrá que ver si tiene tan poco respeto como Milosevic y se nos muere antes del juicio.
*** pretendía ser más exhaustiva, pero posteo desde el trabajo (la dura vida de una oficinista, por Marta Gomez)