Soy Trallera

... Y el frio se marchó para no volver jamás. Duró 3 dias, los suficientes para recordarme porque me encanta el verano, y después de eso, comenzaron las noches de bohemia, típicas de un clima más caluroso. Y sin parar, oye, una detras de otra y otra detrás de una. Es curioso pensar que en apenas unos seis años todas mis noches de veinteañera seran gratos recuerdos para compartir en otras noches de bohemia, distintas pero iguales, más adelante... Hasta puede que con un vaso de whisky entre las manos. Esas cosas pasan, te haces mayor y los licores se estilizan, me volveré más elegante, pasaré de la cerveza al whisky y mi mirada se volverá profunda en lugar de limpia y joven (como me encanta el drama). Por cierto, en mes y medio cumplo 24 años. Quedais avisados. 15 de marzo.

Si ya lo dicen mis nuevos compañeros de trabajo (ese que dura desde septiembre): Marta, eres muy trallera, lo tuyo es mucha tralla...

Pero que se le va a hacer, hay cosas que tienen que ocurrir y era cuestion de tiempo que mis noches finalizaran en la barra de un bar. Y habitual, que no hay nada más bonito que te conozcan y sepan lo que quieres beber, eh!

Por cierto, mi destino está decidido: en verano me comunicaré desde otra parte del mundo, pero de momento es solo un secreto a voces. Shhhh...