El Gran Desierto Del Thar
5/11/2007
Recien llegados a Jodhpur, la Ciudad Azul. Hemos pasado los dos ultimos dias en Jaisalmer, a la que llaman la Ciudad Dorada y que se encuentra en medio del Gran Desierto del Thar, renacida gracias al turismo y a su proximidad extrategica con Pakistan. Jaisalmer es una ciudad encantadora, su fortaleza, rodeada por 5 km y encaramada a una montana, es como un castillo de arena en medio del desierto. Sus muros de piedra caliza amarilla esconden callejuelas llenas de encanto y unas vistas espectaculares de la ciudad y del desierto. Ayer recorrimos temprano la ciudad extramuros, con sus cloacas al aire libre, sus vacas y perros famelicos que beben aguas putrefactas y comen basuras, y su derroche de vida en la calle. El interior de las murallas, a las que se accede a traves de cuatro puertas monumentales, esconden palacios y templos singularmente bellos, asi como espectaculares vistas. Desayunando en el interior de un haveli (casa tradiconal de los comerciantes ricos), bajo una ventana con arco, observando las impresionantes vistas, nos hemos enamorado de la ciudad. Ademas sus calles son tranquilas porque no hay coches. Hemos visitado un pequeno templo jainista, como de barrio, alli el monje nos ha hecho participar de la ceremonia de saludo al dios Sol. Mezcla en un recipiente agua, leche y arroz, lo ofrece al sol y luego lo vierte en el suelo, depues da una vuelta sobre si mismo mientras recita una oracion. Nos ha deseado felicidad y una buena vida y nos ha bendecido con el tradicional punto amarillo que llevan los jainistas en la frente.
A primera hora de la tarde, Shaid, nuestro chofer, se ha dirigido 45 km al sur, hasta el poblado de Khuri, donde las casas son chozas de tierra cubiertas por un tejado de ramas y decoradas con motivos geometricos. Hemos decidido no volver al poblado despues de nuestro paseo en camello y dormir en medio de las dunas del Thar. El desierto del Thar no es solo arena, sino que es una gran extension arida con zonas de matorrales y algo de vegetacion, asi como algunos pequenos poblados diseminados. Hemos observado la puesta de sol sentados en las dunas. Al caer la noche hemos compartido con nuestros dos camelleros una cena a base de chapati y arroz con patatas y curry, que han cocinado en una pequena hoguera.
En la noche del desierto del Thar solo se escuchan los grillos y el cencerro de nuestros camellos. Hemos pasado el rato hasta que nos ha entrado el sueno mirando las estrellas. Es dificil no sentirse emocionado con eso, es dificil no parecer ridiculo emocionandose con cosas tan simples.
Esta manana muy temprano hemos vuelto a lomos de camello a Khuri, y despues de desayunar Shaid ha conducido su pequeno coche por la estrecha carretera que conduce a Jodhpur, a casi 300 km de distancia, donde hemos llegado en medio del tradicional caos de las ciudades indias.
Despues de Jodhpur nuestro proximo destino sera Ranakpur, mas al sur. Seguimos bien, animados y con el estomago intacto, por cierto, hasta ahora solo puedo decir que la comida india nos gusta mucho y no pica.
2 comentarios
laura -
eeeeeehhhh
Gabriel -